sábado, 27 de febrero de 2010

sub-habitados 2003




En una estación del metro.
El Metro es la medida de nuestra ciudad: caverna, sótano,

inframundo, cada vez con más frecuencia antesala del infierno.
Los millones de personas que a diario transporta dan idea fiel de nuestro hacinamiento: ríos de almas en pena que van y vienen a la fábrica, al mercado, a la oficina, a la escuela, o en busca de qué hacer un prado,un empleo,una butaca.Quién podría decir dónde se dirige tanta gente, toda empeñada en ignorarse entre sí: aunque los cuerpos se rocen, se empalmen, se atropellen, los ojos se esquivan, las expresiones se anulan, la palabra aún no ha sido inventada . ¿Qué historias hay tras esos rostros? Su identidad se diluye en la multitud, no parace importar a nadie. Escaleras arriba o escaleras abajo como en un grabado de Escher la gente transita incesante.El día se inicia con la cola infinita ante los torniquetes; acaba con el polvo que vuela en el túnel tras el paso del último tren.
Texto Rafael Vargas.






sábado, 20 de febrero de 2010